Me despierto por la mañana con la calma y la parsimonia de no saber que hora es
la gente que no usamos despertador jugamos con esa ventaja
asÍ que hasta que no suba la persiana y tenga la decencia de mirar algún reloj podrían ser perfectamente las cuatro de la mañana
bebo un vaso de agua
se ha vuelto una costumbre
lo hago todos los días que me encuentro mal a la mañana siguiente
prácticamente todos exceptuando los lunes
que son el día del señor de los desgraciados
en mi subconsciente beber un vaso de agua alivia , sin ninguna duda ,
los tres mil vasos de veneno que tuve que tomar la noche anterior
por alguna razón particular
de la que ahora no me acuerdo
así que en resumidas cuentas y para no aburriros demasiado
todo igual de mal que cualquier otro día cualquiera
mientras me despejo y me siento en la silla frente al ordenador se me antoja comer algo pero no hay nada en la nevera
busco entres los trastos de la habitación el numero de una pizzeria local por la que pase el otro día y que no tenia mala pinta
cualquier otro ser humano buscaría el número en internet
pero en esos momentos uno esta a mil kilómetros de lo que podríamos llamar sus cabales
el antojo se convierte en deseo en cuanto hay el mas mínimo resquicio de que no pueda realizarse
por que el puto papel no aparece
pero si aparece una fotografía de cuando era un crío
quiero decir
aun mas crío de lo que soy ahora mismo
la memoria abre brecha en forma de herida abierta
y recuerdo el momento exacto
que
en su instante no tenia ninguna jodida relevancia
pero que catorce años mas tarde
con resaca
mientras buscas el teléfono de una pizzeria
intentando cavilar que coño has hecho mal
se vuelve
la excusa perfecta para que vuelva a doler
dejo la foto a un lado apago la luz y subo la persiana
aun esta oscuro
y comienzan a languidecer los cuatro o cinco rayos de sol oportunos
que le dictaminan a la gente
con una existencia util que le quedan dos o tres minutos para soñar
abro la ventana y carraspeo
- cojones , me toca un cafe solo
y mientras intento buscar donde narices he metido la taza
nunca se donde narices pongo nada
encuentro una sudadera que una chica se dejó aquí hace ya un tiempo
y la pongo bajo la ventana
y la observo durante un rato
- nada que no me acuerdo del nombre
la dejo de nuevo junto al reloj mientras intento sentirme culpable por algo
por que deberías sentirte culpable
sin son algo así como la seis de la mañana
y estas sentado
sin cafe
dolorido
y absuelto
con la sudadera que dejó una mujer a la que fallaste
con la foto de una época en la que si eras feliz
en el umbral entre la vigia y la vida
y a escasos y pocos pasos de precipitarte a una muerte segura
- es inútil
lo mejor que puedas hacer con estas cosas es obviarlas
el daño ya esta hecho hace demasiado tiempo
y las cicatrices
si lo son
es por algo
supongo
- si esa mierda tuviera que seguir doliendo ahi estaría
expuesta en un lugar y en un momento con menos luz
no hay llamadas perdidas
compruebo la hora
Las cinco y cincuenta de la mañana
decido apagar el sol hasta las tres de la tarde
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